Sólo de salir a ver mundo sin despedidas.

Hace poco más de una semana, alguien a quien admiro y tuve el placer no sólo de escuchar en un recital de poesía en Valencia, sino de mantener una agradable charla con él, me habló de lo importante de escribir, de no dejar de hacerlo, que sientas, que inventes, pero escribir sobre algo; el amor, una calle… Hacerlo, de alguna forma. (Consiguió más de lo que él creía que hacía, seguro)


Y bien…


Yo, que llevo dos blogs y con ellos, casi tres años a la espalda. Que nunca se me dio muy bien explicar de puertas hacia afuera, que todavía no conozco mi motivo, pero a veces creo que es una forma de entenderme. O encontrarme. Incluso a veces me leo y me gusto, fíjate tú.

Y  he leído e intentado aprender de los Grandes, y los Grandes me han llevado a otros por lo menos, que lo eran tanto como ellos. Y así hemos crecido.

Ahora que los 25 ya no duelen, y no doler es no escribir. Escribirte. Escribirle.

Que 1827 sólo deja el recuerdo de Fleming y el pasado de un año, que jamás viví y sobre todo, vivimos.

Es ahora, que ha venido alguien a recordarme que hay que desvestirse de vergüenzas y después de tanto tiempo ha conseguido que lo medite, y no he tardado ni diez minutos en decirme que sí, que claro que tiene toda la razón del mundo y dónde coño me había metido en el durante.

Bueno, que he pensado y lo he pensado. Y he abierto fuerte los ojos y los sentidos. Y la ventana con el viento de las respuestas, que nunca nos dignamos a escuchar.

Y me he encontrado en un bucle de sexo y a veces desamores con complejo de amores. Y para qué explicar, si de eso, sabemos todos un rato.

He encontrado puñados de letras manchadas de semen, y no me he puesto romántica, sino cachonda. Aunque sigo esperando al listo que me enseñe la diferencia. Porque entre sus piernas, juro, que siempre me han sabido igual.

Hoy es el día, cómo diría otro maestro, de hacer “borrón y cuento nuevo”. Una vez más. Que ya van tres.


Y a ver, si cómo dicen y yo no creo, a la tercera, va la vencida.

4 comentarios:

  1. Recuérdame que te lea más, anda...
    Rebienvenida :)

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  2. Hola Saray, como siempre genial. Pero no sé que decirte que tú no sepas ya, escribes de una forma que ojalá llegué yo a poder hacerlo algún día transmitiendo los sentimientos exactos y creando un sensación en el cuerpo que te atraviesa la columna como un chispazo con muy pocas palabras.

    Por cierto ¿cómo puedo seguirte que no encuentro el botón?

    Enhorabuena por tu hermanito. :)

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    1. ¡¡Muchísimas gracias, Mario!! La verdad es que ando un poco perdida todavía, creo que han cambiado el funcionamiento de algunas cosas y me estoy volviendo loca... Se supone que el botón de seguir debería estar en la barra de arriba, y no...
      Pero bueno, desde tu escritorio de Blogger te aparece lo de "añadir", le das, pones la dirección y listo :)

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  3. Madre mía... Como de una forma tan sencilla puedes llegar a decir tanto, me alegro que vuelvas escribir y que por lo que veo con tantísimas ganas.

    "No me he puesto romántica, sino cachonda. Aunque sigo esperando al listo que me enseñe la diferencia. Porque entre sus piernas, juro, que siempre me han sabido igual."

    Nada más que decir señorita, ah sí, amén.

    Pd: Si quieres también puedes seguirme en twitter (@maay_gt) y de verdad que espero que a la tercera vaya la vencida :)

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